viernes, 19 de abril de 2013

CONTROL DE LA FLOTABILIDAD 2


Cómo conseguir flotabilidad neutra durante el buceo (II)


Gracias al famoso Arquímedes y a su famoso principio, que reza así: 
«Todo cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido, recibe un empuje vertical de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja»,
tenemos la explicación física de la flotabilidad.

Es por ello que al ganar en volumen tendemos a flotar más y el control de esta capacidad es, como comentábamos en el anterior post, uno de los principios más importantes en el buceo, por todo lo que aporta para mejorar nuestro consumo y nuestra autonomía debajo del agua.


A continuación veremos los dos conceptos más que influyen en el control de la flotabilidad: la profundidad y la respiración.

4. Profundidad 
Cualquiera que sea la flotabilidad en superficie de nuestro traje de neopreno va a cambiar drásticamente con la profundidad.                                                  Dado que la presión aplana los miles de burbujas de gas que se instalan dentro de nuestro neopreno, la capa de aire del traje se vuelve más delgada, volviéndose más pesado. El cambio no es lineal, pierde la mitad de su superficie flotabilidad en los primeros 10 metros de su descenso y un tercio en los siguientes 10. El aire del chaleco se comporta de la misma manera.
 

La flotabilidad cambia más rápido en los primeros metros debajo de la superficie es por eso que a menudo es difícil sumergirse, pero una vez que estás a cinco metros más o menos, parece que nos volvemos más pesados y nos hundimos con mayor facilidad. Cuando se asciende, se obtiene de nuevo el dinamismo del traje y del chaleco al instante. Así que hay que estar atentos a los cambios de flotabilidad cada vez que cambie la profundidad, y sobre todo cuando se asciende.


5. Control de la respiración 
Los pulmones son un compensador de flotabilidad natural. Una respiración normal, en reposo expande sus pulmones por alrededor de medio litro, lo que supone medio kilogramo más. Al respirar hacia dentro y hacia fuera, la flotabilidad fluctúa. Este hecho ayuda a controlar la flotabilidad con la ayuda de los pulmones que actúan como flotadores que nos permiten subir o bajar a voluntad. 



Aprender a controlar bien nuestra respiración es uno de los factores claves que más pueden ayudarnos en nuestras inmersiones a garantizar nuestra flotabilidad y ayudarnos tanto en los momentos de ascenso como descenso. Es un proceso largo, que no se aprende de la noche a la mañana pero que a medida que nos sumerjamos y cojamos confianza podremos ir regulando de manera más eficiente. Hay personas que enseguida controlan este proceso y otras que les cuesta más, pero no desesperéis, es un proceso de aprendizaje que poco a poco irá mejorando nuestra seguridad en las inmersiones.


Ya conocemos la teoría una vez sepamos el lastre que necesitamos sólo falta compensar el inflado del chaleco para compensar los cambios predecibles (vaciado de la botella, como actúa nuestro traje, los cambios de profundidad) y sobre todo controlar la respiración para controlar mejor nuestra flotabilidad”.

Ahora solo queda bucear, bucear y bucear, para aplicar estos consejos.

Te esperamos en nuestros talleres de flotabilidad, para poner en práctica todo lo aprendido hasta ahora.......




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