MIS
INMERSIONES FAVORITAS: EL THISTLEGORM
Hoy continúo
mi serie de inmersiones favoritas con este famoso pecio, el más conocido del Mar Rojo, uno de los tres más famosos del mundo y sin lugar a dudas probablemente el buceo en
naufragio, mas ansiado por cualquier buceador.
UN POCO DE
HISTORIA
El SS
Thistlegorm con 128 m de eslora y 18 de manga, fue diseñado por la compañía
naviera británica Albyn Line, exclusivamente para transportar todo el nuevo
material bélico de la época para las tropas de la Octava Armada Británica que
durante la II Guerra Mundial se encontraban estacionadas en el norte de África.
Se tiene
certeza de que partió del puerto inglés de Glasow con destino a Alejandría,
pero nadie sabía la carga real que transportaba, pues para evitar interceptaciones
de espías, se registro su carga como “MT” o “Motor Transport”, asegurando así
su contenido.
Todo el
Mediterráneo era dominado por la aviación italo-germana, por lo que para mayor
seguridad el buque tomo la ruta más segura, bordeando todo el continente
africano por el sur, para llegar por el Sudan al Mar Rojo y como último paso,
cruzar el Canal de Suez.
Nunca llegó
a cumplir su misión. Se cuenta que el 6 de octubre de 1941, dos bombarderos
alemanes (Henkel III), que desde su base en Creta se encontraban patrullando el
área, en busca del Queen Mary que pululaba por esas aguas cargado de tropas,
detectaron un gran barco que estaba anclado en la zona, el Thistlegorm, que estaba esperando instrucciones para poder
cruzar el Canal.
Los aviones
ya habían casi terminado su misión y solo les quedaba una pequeña carga de
bombas a cada uno, con lo que eligieron el buque más grande de la zona, no el
señalado como estratégico, para lanzar su carga mortal.
Dos de las
bombas impactaron directamente en la despensa de la munición, volando el barco
en dos, hundiéndose inmediatamente llevándose consigo a 9 de los 48
tripulantes.
El
Thistlegorm se “perdió” hasta 1955 fecha en la que fue descubierto entre Sha`ab
Ali y Sha`ab Mahmoud, por Jacques Cousteau en una de sus primeras exploraciones
del Mar Rojo. El pecio se volvió a “perder” y tan sólo se descubrió de nuevo en
1992 convirtiéndose en la atracción de buceo que es hoy en día, y que para
recorrerlo son necesarias al menos 3 inmersiones.
LA PRIMERA
INMERSIÓN: DE GOLPE CON EL MITO
La primera
inmersión en este pecio, nos adentra en la 2ª Guerra Mundial, bajamos por el
cabo hasta su proa a los 15 mts, recorremos la cubierta y nos introducimos por
la primera bodega para descubrir su carga, decenas de motos BSA W-M20 y Norton
16H Matchless, perfectamente alineadas sobre las zonas de carga de los camiones
Bedford, Morris y Ford 2, la estructura metálica de sus asientos a la
vista, me recuerda a un esqueleto metálico, las cabinas de los camiones con las
baterías a la vista, parecen cadáveres descarnados.
Es todo
ciertamente fantasmagórico, y nos hace pensar en lo importante que pudo ser
este hundimiento en la contienda. Avanzamos por el lado de estribor del barco
camino de la segunda bodega por donde subimos, atravesamos por el puente de
mando, llegando hasta la chimenea.
La vida es
apasionante aunque aquí pasa a un segundo plano, peces león, nudibranquios,
anthias, bancos de peces cristal, tortugas, y mucha más vida, pero prefiero
centrarme en lo exclusivo.
Regresamos
por el costado de estribor, viendo los vagones portacarbón, los restos de las
grúas y los vagones cisternas de agua, especiales para circular en campos
desérticos, aplastados sobre los costados de la proa.
Subimos por
el cabo, y en la parada de seguridad podemos disfrutar del irreal paisaje que
nos muestra el Thistlegorm
SEGUNDA
INMERSIÓN: LA INMERSIÓN SOÑADA
Al final,
llega mi inmersión soñada, cuando poco a poco vas introduciendo en tu cuerpo el
veneno del buceo, siempre oyes a otros buceadores con mas experiencia contar
las historia de la inmersión nocturna en el Thistlegorm, y puedo asegurar que
todos, absolutamente a todos a los que le he escuchado contar esta inmersión,
solo han comentado una cosa: impresionados.
Nuevamente
bajamos por el cabo, pero nada más meter la cabeza en el agua, el espectáculo
de decenas de buzos con focos y linternas visitando la zona, hace que el juego
de halos de luz, sea...mágico
Es como si
durante años me hubiese preparado para realizarla, y por fin, estoy a punto de
cumplir el sueño.
Recorremos
el costado exterior de babor, peces dragón, nudibránquios, bancos de peces, hay
vida a patadas en el interior, nos llama la atención la cantidad de erizo
diadema diseminados que a la tarde no nos suenan en esos huecos, ¿como se
desplazan los erizos?
Llegamos
hasta la parte central del barco y pasamos por detrás de la chimenea, hasta el
costado de estribor, ascendemos ligeramente y sobrevolamos el puente, para
adentrarnos en la segunda bodega, volvemos por segunda vez a disfrutar de la
carga de este mito, ahora nos detenemos más en la zona de babor, donde se puede
observar alas de avión amontonadas. Descubrimos una enorme morena paseando
alrededor nuestro, disfrutamos largamente de su visión y comenzamos el camino
del cabo.
Ascendemos
lentamente disfrutando de uno de los mayores placeres que me ha dado, esta
pasión del buceo.
TERCERA
INMERSIÓN: LA DESPEDIDA
Tercera y
última inmersión en este pecio. Volvemos a disfrutar de las bodegas, en esta
visita descubro los armeros con los rifles Lee Enfield MKIII, avanzamos hacia
la popa a través de cuartos, vemos lavabos, el cuarto de aseo con una bañera,
llegando a la zona de impacto de las bombas.Restos de municiones desparramados, botas para la tropa, la transmisión de la hélice, dos carros MKII Bren Carrier, contenedores metálicos con proyectiles fechados en 1929, bombas y obuses, todo ellos cubierto de la nieve de arena del arrecife.
Ya en la
cubierta de popa, destacan el cañón y la ametralladora antiaéreas, que tan poco
resultado dieron, bajamos a la hélice y el timón que reposa sobre los 30 mts,
regresamos por estribor, hacia el puente, volvemos a disfrutar de la tortuga
que se pasea por delante nuestro, así como de toda la vida que alberga este
pecio.
Divisamos a
lo lejos la locomotora Stanier 8F de estribor posicionada en medio del arenal y
cerca del cabo vuelvo a disfrutar por última vez, en este viaje, de la visión
de los vagones cubiertos de vida.
Antes de
ascender a la parada, me siento sobre la empinada proa del barco, y agarrado al
cabo que une este punto con nuestro crucero, me relajo disfrutando de la visión
del barco, solo pienso en una cosa, espero que cuando sea muy muy viejito y
esté a punto de morir, poder recordar momentos especialmente felices de mi
vida, y este, será uno de ellos.
Como colofón este video de you tube
Espero que
os haya gustado el relato y hasta la siguiente inmersión.
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